Biografía de: Justiniano I el Grande

Introducción

La figura de Justiniano I el Grande y la historia del Imperio bizantino están estrechamente relacionadas ya que su reinado marcó el inicio de uno de los imperios medievales más poderosos y su mayor expansión. Justiniano I fue uno de los emperadores bizantinos más influyentes y longevos, ya que reinó durante 38 años y murió a los 83 años.

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Justiniano I el Grande

Vida temprana

Flavius Petrus Sabbatius Justinianus, más conocido como Justiniano, nació en el año 482 d.C. en la antigua provincia romana de Ilírico, la actual región de Macedonia. Pertenecía a una humilde familia de campesinos ilirios dirigida por su tío Justino, que había ascendido rápidamente en el escalafón militar y más tarde fue nombrado emperador. Justino no tenía hijos, así que adoptó a Justiniano, quien, bajo su tutela, recibió una buena educación en la capital, Constantinopla.

Logros políticos

En 522, Justino I declaró a Justiniano su co-gobernante y fue coronado al año siguiente cuando murió su tío. Fue el único emperador durante todo su reinado y sus ambiciones políticas eran devolver al Imperio Romano su antigua grandeza. Para ello, emprendió numerosas campañas militares, sobre todo en el norte de África, Italia y Oriente Próximo, y logró reconquistar gran parte del territorio que antes estaba en poder de los romanos. También llevó a cabo numerosas reformas en el sistema jurídico bizantino, que pasó a conocerse como Corpus Iuris Civilis o «Cuerpo de Derecho Civil».

Logros culturales

Justiniano fue también un gran mecenas de las artes y la cultura. Su reinado marca una Edad de Oro para el Imperio Bizantino, ya que nombró a muchos intelectuales y artistas para su corte, entre ellos al gran matemático Antemio de Tralles y al famoso filósofo Juan Crisóstomo. También construyó muchos palacios, iglesias y otros monumentos importantes, entre los que destaca la catedral de Santa Sofía en Constantinopla.

Legado

Justiniano I dejó un legado duradero al mundo. Restauró con éxito el Imperio Romano a su antigua grandeza y estableció el Imperio Bizantino como una poderosa fuerza a tener en cuenta. Fue un gran mecenas y promotor de las artes, la cultura y el saber, y sus reformas jurídicas dieron al mundo el famoso Corpus Iuris Civilis. Siempre será recordado como uno de los gobernantes más influyentes del Imperio Bizantino.